“La meta es el ascenso, el objetivo es salir campeón o ganar la liguilla para volver a Primera A”. Esa fue la declaración del técnico de CD La Serena, impulsado por el presidente Muñoz y el administrador Contador; es decir dicha postura es el discurso oficial institucional.
Hoy la afición granate está cobrando ese ambicioso planteamiento, corrido ya un tercio del campeonato de Primera B. Quizás en términos estadísticos, los fríos números, la situación no es para atormentarse, sin embargo en términos de la imagen futbolística que entrega el equipo del “fantasma” Pereyra está lejos de convencer al paladar del público granate.
Es un “crédito fantasma”. El aval no está, despareció, se diluyó.
Nadie entiende porque se insiste en jugadores que no dan la talla. Cano, Gainza, Pol, Ruiz y otros no han rendido acorde a las expectativas; a eso le sumamos que los delanteros no han hecho goles y la continuidad de jugadores jóvenes del club no forma parte de su proyecto.
Un panorama que solamente se revierte con resultados, en eso tiene que centrarse el “fantasma” Pereyra y su grupo de trabajo. Tiene 2 juegos pendientes y luego 2 partidos más de local por el torneo; es decir son 4 pleitos que deberá ganar de local para revertir la situación que lo tiene complicado ante el mundo futbolístico serenense.
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