América Latina tiene las peores cifras globales de violencia asociada a homicidios. Esa es la conclusión central de un informe revelado por el Instituto Igarapé, con sede en Brasil centrado en temas de seguridad y desarrollo.
El documento sostiene que más de 2,5 millones de personas de la región fueron víctimas de homicidio entre 2000 y 2016.
“Varios observadores han caracterizado los niveles de homicidio (…) como una epidemia, e incluso excediendo niveles de tiempos de guerra”, sentencia el documento.
Dentro de los factores que lo explican, se incluyen “altos y rápidos niveles de urbanización, de desigualdad (más que la pobreza), y de desempleo juvenil, aparte de las profundas debilidades institucionales incluyendo la impunidad y la corrupción”, aseguró al medio nacional La Tercera Katherine Aguirre, una de la investigadoras del Instituto Igarapé que escribió el informe.
Los países que concentran el mayor número de asesinatos son Brasil, México, Venezuela y Colombia. Todos con marcados escenarios comunes que explican las cifras.
Brasil, con el mayor número de homicidios del mundo, tienen elevados niveles de violencia asociado a grupos criminales, que dominan el tráfico de drogas y de armas.
La existencia de guerrillas en Colombia y de grupos criminales que se financian de otras economías ilegales, como la minería ilegal y el contrabando, explican los número de homicidios en ese país. De todas formas, Colombia registra una alta reducción de la violencia, en ciudades como Medellín, Bogotá y Cali.México, en tanto, ha protagonizado un aumento en los homicidios.
El año pasado, México tuvo las más altas cifras de asesinatos desde 1997. La principal explicación tiene que ver con los grupos criminales asociados al narcotráfico, pero también a la crisis a la que se enfrenta la institucionalidad mexicana.
Este último factor también es patente en Venezuela, situación que ha permitido la proliferación del crimen organizado.
El caso de Chile es distinto, puesto que figura con los niveles más bajos de violencia de la región, al igual que los países andinos del sur y del cono sur. Sin embargo, tiene un alto índice de inseguridad: “Chile reporta una percepción de inseguridad con el 37% (de los chilenos) diciendo que se sienten inseguros. Esto es más que la tasa promedio de la región de 34%”, indicó Aguirre.
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