Con el objetivo de promover un buen comportamiento en los habitantes y turistas que visiten los humedales, se realizará el proyecto “Programa Educación Ambiental para la Puesta en Valor Santuarios de la Naturaleza Bahía de Tongoy”, el cual contempla la construcción de un mirador, elaboración de material informativo, reparación de señaléticas y salidas educativas al aire libre. Esto será posible gracias a que la ONG Limarí Tinkuy ganó el Fondo de Protección Ambiental de Conservación de Humedales Urbanos del Ministerio del Medio Ambiente, adjudicándose 7.000.000 y que cuenta con un cofinanciamiento de $4.000.000.
En el humedal Salinas Chica la Seremi del Medio Ambiente Claudia Rivera, junto a integrantes de la organización Comunitaria Funcional Centinela Ambiental Tongoy y Limarí Tinkuy, participaron en la ceremonia de inicio del proyecto educativo que busca poner en valor el patrimonio natural del área protegida, declarada como Santuario de la Naturaleza y Sitio RAMSAR el año 2018.
Al respecto, la autoridad ambiental indicó que el proyecto permitirá “fortalecer las capacidades de la ciudadanía, a través de la educación ambiental al aire libre. Los humedales son ecosistemas que requieren un cuidado permanente y eso significa que todos los actores de la sociedad en su conjunto deben participar de esta protección”. Además, agregó que “para el Ministerio del Medio Ambiente y el Gobierno Regional de Coquimbo es importante que otras organizaciones puedan postular a los distintos fondos que permiten, por una parte, generar proyectos de protección ambiental de humedales, áreas verdes y por otro lado, podamos tener una sociedad mucho más empoderada en materia de cuidado medioambiental”, enfatizó Rivera.
Este es un trabajo colaborativo que cuenta con el apoyo de la Agrupación David León Tapia, el Proyecto Adelaida y Centinela Ambiental Tongoy, quienes buscan disminuir las amenazas que afectan a los siguientes humedales: Salinas Chica, Salinas Grande y Pachingo.
Para Bernardita Villanueva, Coordinadora en Educación Ambiental del proyecto adjudicado “este proyecto nace desde el amor por los humedales, desde la conexión con estos ecosistemas muy importantes hoy en día, con el agua, con la vida y nace también desde la conexión con este lugar sobre todo con la comunidad. Hemos visto que había una profunda desconexión con el valor de estos sitios y es por esto que, con este programa de educación ambiental en la comunidad, pretendemos que sean los mismos habitantes quienes valoren este lugar. Existe un principio que es, conocer para proteger y desde ahí proteges lo que amas.”
Por su parte, Marcelo Torrejón, técnico en ecoturismo y encargado de realizar las visitas guiadas por los humedales de Tongoy, explicó que “la idea de este proyecto es mostrar a la comunidad la importancia de estos ecosistemas para el valor económico de nuestro balneario. Son un gran riñón que filtran gran parte de los componentes contaminantes que nosotros depositamos en la tierra, ayuda a limpiar toda esta bahía que es rica en productos del mar”.
Santuario de la Naturaleza
El Santuario de la Naturaleza Humedales de Tongoy posee una superficie aproximada de 106,5 hectáreas y se encuentra ubicada en la comuna de Coquimbo, provincia de Elqui. Esta área protegida forma parte de una serie de humedales en zonas áridas que sirven como refugio y sitio de alimentación para más de 46 especies amenazadas a nivel local como internacional, entre ellas el Sapo de Atacama (Rhinella atacamensis).
Además, se han registrado cerca de 131 especies de aves, siendo de gran importancia para aves acuáticas y migratorias. En cuanto a flora se identificaron siete especies consideradas endémicas de Chile: Copao (Eulychnia reviflora), Guaicuru (Limonium guaicurú), Quisco coquimbano (Echinopsis coquimbana), Malvilla (Cristaria glaucophylla), Suspiro (Nolana crassulifolia), Tomatillo (Solanum
pinnatum) y la Senecio bahioides.
No solo representa hábitats únicos e importantes para un gran número de especies de vertebrados e invertebrados, sino que provee una serie de servicios ecosistémicos, entre los cuales se destacan la retención y remoción de nutrientes, la estabilización de la línea de costa, la captura de carbono, la contención de sedimentos, la provisión y mejoramiento de la calidad del agua y el aminoramiento del efecto de tormentas, inundaciones y otros desastres naturales.
Las actividades de sensibilización a la comunidad se realizarán en uno de los 34 hotspots o “puntos calientes”, de biodiversidad reconocidos mundialmente, como de importancia global para la conservación de la biodiversidad, por contener 1.500 especies endémicas y haber perdido al menos el 70% del hábitat original.
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