En la tarde del día jueves, un grupo de personas se reunieron fuera de un local del sector La Pampa de La Serena donde se habría abusado sexualmente a una trabajadora, además de la casa donde residía el presunto abusador, un hombre que fue detenido pero habría sido puesto en libertad nuevamente.
La situación comenzó con un grupo de manifestantes con pancartas y rayando la fachada de la botillería con la palabra “violador”. Posteriormente, comenzaron a saquear el local donde ocurrió el delito y, después, se dirigieron a la casa donde habría estado el presunto abusador, atacando el inmueble.
Sin embargo, una parte de la casa era arrendada por el acusado de abuso sexual, mientras que la parte de atrás era habitada por la familia y dueña de casa, quienes sufrieron los daños de los sujetos.
La dueña del inmueble, conversó con Mi Radio, señalando que “ellos me arriendan a mi la casa, es una relación por contrato y yo vivo en un departamento atrás de la casa (…) yo salí a pedir que no destrozaran la casa porque no era de ellos, yo trataba de calmarlos con el miedo de que si lograban entrar qué podía pasar adentro”, el arriendo era a un pariente del acusado, quien es el dueño del minimarket que fue saqueado.
Ella relató que los vecinos estaban muy asustados, porque la turba “suponían que estaban al interior, yo no les podía responder y querían sacarlos de alguna manera (…) después de varias horas, carabineros logró entrar y sacarlos”.
Desde su punto de vista, cuando se enteró de la situación por la que eran acusados, “cuando me hablaron del intento de violación yo los iba a sacar, no los quería cerca, no iba a esperar la investigación, pero bajo las reglas que la ley me permite”.
Según lo que escuchó algunos hablaban de quemar incluso la casa, indicando que “el grupo que estaba exaltado no eran vecinos y se concertaron por las redes sociales (…) me da miedo en general todo esto, la manera que tienen de resolver las cosas y buscar justicia por sus propias manos”.
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