El amor por las mascotas muchas veces hace que tratemos a nuestro perros, gatos y otros animalitos como verdaderos miembros de nuestra familia, procurando su bienestar, puesto que requieren alimentación y cuidados médicos, lo que muchas personas no pueden costear y terminan por abandonarlos en lugares públicos, donde si no están esterilizados, se reproducen y se agrupan en verdaderas jaurías.
En la actualidad y en gran parte por la crisis económica producto de la pandemia, se pueden apreciar cada vez más perros en las calles, muchos de ellos en lamentables condiciones, agrupados en busca de alimento, lo que los hace tener conductas agresivas. Por otra parte, también está la situación de animales que supuestamente tienen dueño o que son considerados perros “comunitarios” cuando un grupo de personas se hace cargo principalmente de su alimentación, pero que generalmente se encuentran deambulando por espacios públicos sin supervisión.
En el sector costero de la Región de Coquimbo se han registrado reiterados casos de agresiones de perros vagos hacia niños y adultos, recibimos denuncias de varias de estas situaciones que han tenido graves consecuencias, de las que nadie se hace cargo, ya que al ser en su mayoría perros sin dueño las acciones legales no prosperan.
Recogimos tres de estas denuncias, también nos contactamos con los municipios y organizaciones animalistas para abordar este tema en todas sus aristas, considerando siempre la responsabilidad que tienen las personas, el Estado y gobiernos locales en el cuidado de los animales de compañía.
Ley 21020 de Tenencia Responsable de Mascotas, también conocida como “Ley Cholito”, vigente desde el 2018, establece que cuando una persona es mordida por un perro y éste le provoca lesiones de gravedad, de inmediato se debe realizar la denuncia correspondiente a Carabineros, quienes deben ubicar al dueño para detenerlo y ponerlo a disposición de la justicia.
En esta normativa legal se determina que la persona dueña de un animal debe responsabilizarse civilmente de los daños que éste cause, por lo tanto, si un individuo resulta herido por la mordida de un perro, puede tomar acciones legales en la justicia civil, solicitando una indemnización por el daño causado. Lamentablemente en el caso de los perros vagos, no se definen claramente las responsabilidades ni los pasos a seguir.
La ley establece además que los órganos de la Administración del Estado, en especial los Ministerios del Interior y Seguridad Pública, Salud y de Educación, con la colaboración de las respectivas municipalidades, deberán promover la tenencia responsable, dentro de sus respectivas competencias. Además de disponer que cada municipalidad deberá regular esta materia en la comuna a través de una ordenanza, el reglamento deberá establecer medidas para controlar y proteger a la población animal, previniendo el abandono e incentivando la reubicación y el cuidado.
Denuncias
Uno de los casos más impactantes que ocurrió hace más de un año, pero que tiene consecuencias hasta el día de hoy, es el de la pequeña Violette, una niña de 10 años que fue mordida en su rostro por un perro en la playa de Totoralillo, según relata su madre Lily Aránguiz, los hechos sucedieron en lo que pensaban sería un agradable día de playa, cuando llegaron a instalarse a la orilla del mar, divisaron un grupo de perros, “el más grande de ellos, uno café, nos llamó especialmente la atención porque no sólo parecía ser el líder de esta jauría, sino que además seguía y movía la cola a la gente”.
Señala que en un comienzo el perro les pareció amistoso, ya que “al menos en tres oportunidades en que fuimos a bañarnos con mi hija, este animal nos siguió moviendo la cola, parecía bastante amigable, por lo que hasta ese momento parecía imposible pensar que podría representar algún peligro”.
Lily relata que cuando decidieron recoger sus cosas para retirarse del lugar “el animal continuaba ahí moviendo la cola a mi hija, a quién le pareció simpático, ella se puso su mochila y mirando directamente el perro intentó despedirse acercándose un poco diciéndole “chao perrito” y moviendo su mano desde lejos en señal de despedida. En esos momentos, de manera muy intempestiva el animal gruñó y rápidamente atacó a la niña dirigiéndose directamente a la cara abarcando con su hocico todo el rostro y en muy pocos segundos introdujo los colmillos con toda la fuerza sacudiéndola en el aire, volviéndola a agarrar en el sector de la nariz y mandíbula superior, antes de que ella cayera al suelo”.
Ante esta terrible situación explica que tuvieron que pedir auxilio a los salvavidas del lugar y a personas con conocimientos médicos que estaban ahí, hasta que llegara la ambulancia que demoró unos 40 minutos, mientras la niña sangraba profusamente y ya había perdido el conocimiento.
Desde entonces y hasta fines del mes de junio del presente año, la menor y su familia han tenido que pasar por un verdadero calvario, ya que su rostro quedó desfigurado por la agresión, “ella sufrió mucho, ha tenido que tomar muchos medicamentos, analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos potentes y sus fosas nasales tuvieron que permanecer mucho tiempo con tapones para darle forma a su nariz, debiendo respirar por la boca”.
Agrega que todo este fuerte tratamiento, dio lugar a diversos problemas en el organismo de la niña, “no podía casi dormir tranquilamente, fuertes diarreas, vómitos, una significativa baja de peso, pues poco podía ingerir, porque los puntos involucraron hasta sus encías, causándole mucho dolor”.
Sólo durante la última semana de junio y gracias a una campaña social que se realizó en el programa Dueños de La Tarde de Mi Radio, Violette pudo acceder a una última de varias operaciones, con un cirujano maxilofacial, para reconstruir parte de su rostro y poder superar el gran trauma que debió vivir.
Otro de los casos que llegaron a nuestro medio como denuncia es el que le ocurrió a Tiara Caroca y su pequeña hija de 1 año y medio en la localidad de Punta de Choros, comun
a de La Higuera. Según nos relata “el día 11 de junio salimos a dar una vuelta con mi hija a la playa de La Barrancas y había una mujer con alrededor de 5 a 6 perros grandes, pasamos por el lado y no nos hicieron nada, después pasó una pareja y primero se le tiraron a ellos, pero ellos les tiraron piedras y la niña que andaba con los perros los llamó y se fueron”.
“Luego mi hija se paró para acercarse a la orilla y ahí los perros se empezaron a acercar, yo la tomé en brazos para que no le hicieran nada y le decía a la niña (que andaba con los animales) que llamara a los perros, que los amarrara y ella me decía que no tenía nada para amarrarlos y ya estaban encima de nosotras. Primero empezaron a a morderme a mi y empujarme entre todos, le pescaron la pierna a mi hija y la tiraron al suelo, logré pararla y le tiraron la otra pierna, cuando me agaché me siguieron mordiendo, otro perro la pescó del pelo y le siguió mordiendo en
la cabeza”.
Explica que en este caso se trata de perros que andan siempre en la calle, pero tienen dueño, señala que pusieron la denuncia en el retén de Carabineros de lugar, donde le dijeron que pasarían su caso a Fiscalía, pero aún no ha tendido ninguna información del Ministerio Público.
Tiara agrega que en esa zona costera que es muy visitada por turistas, andan muchos perros en la calle sueltos y que desde que ocurrió esta agresión quedó muy afectada psicológicamente “ya no salgo a la calle, veo un perro y pienso que me va a morder altiro. Afortunadamente las heridas no fueron de gravedad porque podrían haberle atravesado el cráneo a mi hija, romperle la cara o algún tendón de las piernas, a casi un mes todavía tiene las costras en la cabeza”.
Otra de las denuncias que conocimos por redes sociales es la de Carolina Duarte, quien fue mordida por un perro el día miércoles 29 de junio, en el sector de la delegación municipal de La Serena, en la Avenida del Mar. Nos cuenta que esta “es la segunda vez que me pasa, el mes pasado fue a la altura de los Arrayanes con la Avenida del mar, pero ahí el perro sólo me ladró, me apretó y me soltó altiro”. Explica que ella realiza entrenamiento deportivo por lo que “salgo todas las mañanas a eso de las 7.00 AM, todos los días en bicicleta, yo vivo en Avenida Pacifico”.
Relata que ese día “me empiezan a ladrar dos perros y uno me mordió en las piernas, yo traté de salir rápido y seguí en bicicleta, no me vi la herida al principio, seguí pedaleando hasta que frené y me vi. Me hizo un hoyo en la pierna, por suerte me ayudaron, porque yo vivo en La Serena desde octubre del año pasado y no sabía siquiera dónde estaban los hospitales, no sabía dónde ir, pero por suerte me llevaron”.
Cuenta que en primera instancia fue al Hospital de Coquimbo “en la urgencia me explicaron que sólo estaban viendo temas de covid, luego fui al Cesfam de 4 esquinas y me dijeron que tenía que pedir hora, finalmente terminé en la Clínica Elqui y ahí me pudieron atender cuando me vieron la herida como sangraba, me pusieron 10 puntos en total”.
Carolina añade que esto le podría haber pasado a un niño o cualquiera que transita por la ciclovía, “tengo mucho miedo de volver a pasar por ahí. Actualmente estoy en reposo y tengo que requerir ayuda para salir”.
El rol de los municipios
Consultamos la opinión de Rafael Vera, Alcalde de Vicuña, quien es Presidente Asociación de Municipios de la Región de Coquimbo, quien señala sobre esta problemática: “Es una tremenda responsabilidad y a su vez un gran problema, nosotros amamos a nuestros hermanos menores pero la verdad es que traen dificultades, no solamente en el concepto del turismo, sino también en el día a día”.
Sostiene que “nosotros hemos realizado diferentes actividades, una de ellas es la esterilización de perros, más de 5 mil perritos en los últimos años y crear una clínica de atención gratuita para la comunidad, donde se esteriliza a todos los perritos de la comuna y reciben atención veterinaria por enfermedades. Hemos creado también una clínica móvil que va a terreno y resuelve este tipo de situaciones”.
El edil de Vicuña manifiesta que “aquí hay un problema de Estado, el Gobierno no ha dado todas las herramientas para enfrentar lo que hoy día es la alta población canina que existe, si es verdad que en municipios como el nuestro hemos realizado estas acciones, pero la verdad es que todavía es insuficiente para el gran problema que tiene el país”.
En el municipio de La Serena, nos contactamos con el concejal Camilo Araya, quien entre sus propuestas de campaña proponía avanzar hacia una ciudad con espacios más amigables para las mascotas.
Araya señala que “las personas tienen que tomar conciencia de que los perros ocupan un lugar especial dentro de los animales domésticos, nos encontramos con una realidad que no podemos hacer la vista gorda, la de los perros vagos”.
El concejal independiente, reelecto en la comuna de La Serena manifestó: “Nos hace falta tener una ordenanza nueva en materia de tenencia responsable, un registro único municipal, porque detrás de todo perro callejero siempre hay un dueño que abandonó ese perro”. Propone además que para elaborar esta ordenanza se debe hacer a través de una mesa de trabajo, “debemos escuchar a todas las organizaciones que estén vinculadas al tema animalista e integrar también el área médica veterinaria, Carabineros y seguridad municipal, ver las denuncias que existen”.
Sostiene que a nivel comunal “se han hecho campañas de sensibilización pero estamos al debe como municipio”. Sobre el centro de tenencia responsable ubicado en el Parque Coll manifiesta que “no satisface la necesidad que hay hoy, creo que debemos pedir al Gobierno central mayores recursos para tener una clínica veterinaria como corresponde, una real clínica veterinaria pública, que no debe estar en el parque Coll, debemos buscar un nuevo espacio”.
En la comuna de Coquimbo, Alejandro Espinoza encargado del Centro de Esterilización, Atención Primaria y Adopción de Animales (CEAPA) del municipio, explicó que “nuestro centro médico veterinario dentro de sus funciones principales está el control de natalidad de animales en situación de calle, en el 2020 se esterilizaron un total de alrededor de 930 pacientes, de los cuales el 80% correspondía a animales en situación de calle. en el año 2021 llevamos un total 874 cirugías de las cuales también el 75 a 80% corresponden a animales en situación de calle”.
También destaca el trabajo que hacen con fundaciones animalistas promoviendo las adopciones “se realizaron 37 adopciones en el año 2020 y hasta el momento llevamos 10 procesos de adopciones”
La labor de organizaciones animalistas
También buscamos la opinión de organizaciones que trabajan en la protección de animales como la Corporación ACLAS que colabora en rescate, adopción y esterilización de perros y gatos, además de labores educativas sobre tenencia responsable de mascotas.
A través de un comunicado que nos hicieron llegar como organización señalan: “queremos aclarar algunos conceptos que aún son mal entendidos por la comunidad. Los perros que están en la calle no son perros vagos, son perros abandonados por personas irresponsables”.
“La ley tipifica claramente a los perros como: animal de compañía, animal abandonado, perro callejero, perro comunitario, animal perdido y animal potencialmente peligroso. En el caso de los animales que permanecen en la calle, se señala claramente que estos alguna vez tuvieron dueños, quienes no cumplen con la ley de tenencia responsable de animales, dejándolos a merced de los peligros a los que se exponen”.
Exponen en su declaración que “para catalogar a un perro como potencialmente peligroso, la autoridad sanitaria (MINSAL), previa información científica recabada, opinión de expertos y parámetros establecidos, es la única entidad que tiene la facultad de denominar a los animales como tal y de tomar las medidas pertinentes al caso”.
Explican que para realizar una denuncia formal por ataques de perros en situación de calle, se debe constatar lesiones, y para que un perro sea catalogado por el MINSAL como potencialmente peligroso, debe existir al menos 3 denuncias de ataques del mismo animal. Muchas veces estas “denuncias” quedan en nada, porque no se procede de la manera correcta y legal.
Sobre el tema de la educación a la población sostienen que lamentablemente en muchos casos las personas no han sido educadas en responsabilidad y respeto hacia los animales, y por parte de las autoridades tampoco hay mucha voluntad en solucionar estos temas, partiendo porque el presupuesto considerado para proyectos de tenencia responsable es cada vez más escaso, sumado a que los programas gubernamentales solo han puesto énfasis en la colocación de chip en animales, pero no en la educación en tenencia responsable, que es la base para poder prevenir este tipo de situaciones.
“La autoridad regional y comunal no se ha hecho cargo con la seriedad que corresponde, considerando la realidad local, simplemente cumplen con lo mínimo que es tener un departamento dentro del municipio, el cual no funciona bien, las horas de esterilización son escasas y la respuesta muy lenta. Por ende, la responsabilidad recae en organizaciones como la nuestra, que funciona con aportes voluntarios, con la participación y buena voluntad de personas comunes y corrientes que buscan aportar a la solución”.
Para dar solución permanente a esta problemática del abandono, proponen que “se prohíba la reproducción por completo, los criaderos deben terminar, de esta manera podemos detener la sobrepoblación y fomentar la adopción de los miles de animales que se encuentran en la calle en este momento, los cuales no siempre son cachorros, las mayoría son adultos y su adopción siempre es difícil”.
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