Hace unos días se dieron a conocer los resultados de la última encuesta Cadem correspondiente a la primera semana de mayo, en la instancia, se entregaron las cifras de aprobación del Gobierno donde un 54% de las personas encuestadas aprueban la forma como Sebastián Piñera está conduciendo su administración, independiente de su posición política, mientras que un 24% lo desaprueba.
En cuanto a su Gabinete, un 48% aprueba el desempeño del actual equipo de ministras y ministros del presidente, mientras que un 35% no lo hace.
Sin embargo, esos no fueron las únicas preguntas que se realizaron. Sobre el tema del acoso, un 34% de las mujeres encuestadas indicaron que se han sentido alguna vez víctima de algún tipo de acoso sexual.
Dentro de las situaciones más recurrentes se encuentran los piropos u otros comentarios con un 84%, seguido de un 82% de mujeres a las que le han tocado la bocina o realizado silbidos. Con respecto las miradas de forma insistente e incómoda un 72% de las mujeres afirmó haberlas vivido.
Uno de los resultados que llama la atención y es preocupante, es el porcentaje de mujeres que han sido tocadas o rozadas de forma intencional en sus partes íntimas con un 48% y aquellas que se la han acercado o seguido de forma intimidante con un 46%.
Situaciones que en un 80% son consideradas como muy o bastante frecuentes versus a un 8% de mujeres que señalaron que es poco o nada frecuente, lo que demuestra que hay una vulneración al género femenino y una situación de inseguridad.
Ahora bien, los lugares donde más ocurren los acosos son los espacios públicos, como calles, plazas o parques con un 77%, en la micro o el metro con un 75%, seguido de los lugares cerrados de recreación como cine, mall,
discotheque, pub, gimnasio, etc.
El acoso en el trabajo se posiciona en cuatro lugar con un 23%, el quinto lo ocupa los taxis o colectivos con un 9% y finalmente el ítem otros que llegó a un 6%.
Datos preocupantes y que evidencian un tema que debe ser regulado tal como lo han comenzado a hacer algunas comunas del país, tales como Las Condes y Recoleta en la capital, donde están sancionando estas prácticas que afectan a ambos sexos, pero principalmente a las mujeres.
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