Un equipo multidisciplinario integrado por profesionales de la Universidad Católica del Norte (UCN), la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) y la Universidad Andrés Bello (UNAB) de Viña del Mar; desarrollan un proyecto piloto en el Hospital San Pablo de Coquimbo y Hospital Clínico Regional de Concepción para mejorar la gestión de los residuos que generan.
¿Cómo mejoramos la gestión actual de los residuos hospitalarios? fue la pregunta que se hizo un equipo multidisciplinario de investigadores de tres universidades chilenas, ante el gran aumento en la generación de residuos de Establecimientos de Atención de Salud (REAS) eliminados en rellenos sanitarios autorizados, los que se han incrementado en un 300 %, comparado con años anteriores.
En el proyecto piloto “Seguimiento y evaluación para la optimización de la gestión de residuos en establecimientos de atención de salud mediante una plataforma tecnológica” participan el Hospital San Pablo de Coquimbo y Hospital Clínico Regional de Concepción Dr. Guillermo Grant, en conjunto con dos Pymes de la Región de Coquimbo, y cuentan con el financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), lo que ha permitido implementar el proyecto piloto.
La iniciativa fue una de las adjudicadas en el IX Concurso Investigación Tecnológica – IDeA 2020 del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF), con un financiamiento total de 418 millones de pesos, aportados por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), y con el apoyo de dos empresas privadas de la región, Anfibio Ltda. y Menval Ltda. que gestionan Residuos de Establecimientos de Atención de Salud (REAS), así como el apoyo de los Hospitales de Coquimbo y Concepción.
El equipo de investigadores está conformado por el Dr. Juan Antonio Munizaga Plaza (Escuela de Prevención de Riesgos y Medio Ambiente UCN), Dr. Andrés Vallone (Escuela de Ciencias Empresariales UCN), Mg. Mauricio Castillo Montes (Facultad de Medicina UCN), Dra. Emma Chávez Mora (Facultad de Ingeniería UCSC), Dr. Juan Felipe Calderón Maureira (Facultad de Ingeniería UNAB) y Carmen Álvarez Rojas (Seguimiento y Control UCN).
El director general del proyecto, Dr. Juan Antonio Munizaga Plaza, Académico de la Escuela de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la Universidad Católica del Norte, explicó que la adjudicación del proyecto se dio cuando los hospitales estaban a su máxima capacidad y servicio debido a la pandemia por COVID19. Por ello, dijo, se avanzó en la planificación y actualmente la metodología se encuentra en proceso de adaptación a la realidad local, para posteriormente ser validada por un panel de expertos y profesionales de los hospitales piloto.
Luego de ello, dijo el director general del proyecto, se procederá tanto a la implementación de los sensores y de la plataforma informática correspondiente, “la aplicación se inicia con la adaptación y validación. Eso implica un trabajo directo con la realidad de los hospitales piloto. A su vez, se requiere documentar la tecnología existente, evaluar la aplicabilidad y gestión del cambio a la nueva tecnología por parte de los usuarios, como el personal de servicio y profesionales que trabajan en los hospitales piloto, para luego instalar, probar y validar la infraestructura de sensores”, enfatizó.
Los residuos hospitalarios aumentaron un 300 %
La contaminación se ha transformado en un problema global. Junto con el aumento de la población, viene el aumento de los desechos, la saturación de vertederos y rellenos sanitarios, así como problemas en su tratamiento. Considerando que toda actividad humana causa algún grado de contaminación, es importante avanzar con acciones para que el impacto sea el menor posible.
En este sentido, los establecimientos de atención de salud generan residuos que contienen o pueden contener agentes patógenos en concentraciones o cantidades suficientes para causar enfermedades y residuos peligrosos que representan riesgos para la salud pública y/o efectos adversos al medio ambiente.
De acuerdo con cifras entregadas por la Superintendencia de Medio Ambiente de Chile en 2021, la cantidad de REAS eliminados en rellenos sanitarios autorizados se ha incrementado en un 300 %, comparado con los años anteriores.
Además, los centros de salud deben cumplir con nuevos objetivos, normativas y reglamentos, como la Ley N° 20.920 que establece el “Marco para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida del productor y fomento al reciclaje”, el Decreto Supremo N° 12 donde se establecen las metas de recolección y valorización y otras obligaciones asociadas a envases y embalajes, la Política Nacional de Residuos Sólidos 2018 – 2030, entre otras normativas. Asimismo, los centros de salud deben externalizar la disposición final de una importante cantidad de residuos asimilables a domiciliarios, residuos especiales (ej. corto punzantes, patológicos, productos contaminados, entre otros), residuos peligrosos y residuos radiactivos de baja intensidad, lo que repercute en los recursos disponibles, afecta al medio ambiente y a la salud pública.
Ante esta situación es necesario lograr una eficiente gestión interna de los REAS, aumentando su recuperación y reciclaje en establecimientos de atención de salud, así como una correcta cuantificación y trazabilidad de los residuos eliminados. Por otra parte, los hospitales podrán gestionar adecuadamente sus REAS mediante una plataforma computacional formada por un sistema de sensores instalados en los establecimientos de atención de salud, y módulo de aplicaciones para el análisis, visualización y retroalimentación de los indicadores que se utilizarán para el control y seguimiento del proceso de gestión de residuos, además de desarrollar una metodología adaptada a la realidad de cada establecimiento para la evaluación de los sistemas de gestión de REAS.
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