“Desafíos de la Industrialización y la Sustentabilidad en la Construcción”, fue el nombre del Seminario a través del cual, el Barómetro de la Construcción de la Región de Coquimbo (BCC) finalizó su primer año de ejecución.
Conocer las necesidades del sector de la Construcción es crucial, considerando la relevancia del rubro dentro las actividades productivas que se desarrollan en la región, así lo manifestó Pablo Pinto, director del BCC y de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte (UCN).
“El sector de la Construcción en la Región de Coquimbo ocupa un nivel de relevancia fundamental, casi alcanza el 10% del Producto Interno Bruto. Son más de 32.000 familias y personas que directamente están ocupados en la Construcción”, afirmó Pinto.
Por su parte, Pamela Arellano, Gerenta de Gestión de Conocimientos de la Corporación de Capacitación de la Cámara Chilena de la Construcción (OTIC CChC) y panelista en la jornada, recalcó el rol que cumplen a través de la asistencia técnica “estamos felices de contribuir por el lado de los recursos humanos que es una parte clave”, destacando el apoyo que entrega OTIC “a través del financiamiento de proyectos como este, que generan información y la visibilización de buenas prácticas”.
Actividad contó con la participación de Rodrigo Toro; Gerente de Proyectos del Grupo Inmobiliario Habita y de Marco Brito; Gerente de Construye 2025.
Brechas pendientes
En la Región de Coquimbo, un 63,9% de las empresas encuestadas han aplicado prácticas sustentables en sus obras, destacando la gestión de residuos, hídrica y energética; sin embargo, el panorama actual en materia de sustentabilidad aún evidencia falencias.
Según indicó Rodrigo Tapia, profesional del BCC, la presión por aumentar la productividad no da espacio para innovar “hay una falta de coordinación en términos de información y su transmisión al interior de los actores de la construcción”, y a la vez, hay un desinterés por parte de las empresas, ya que “invertir en tecnologías implica recursos y no se visualiza la rentabilidad en el producto final”.
Otro de los hallazgos expuestos plantea la inexistencia de un estándar normativo obligatorio, lo que genera que las empresas no implementen los sistemas. Asimismo, la falta de capacitación sigue siendo un punto recurrente dentro de los resultados, ya que “no hay estructuras que permitan abarcar todo el abanico de formación en todas las especialidades asociadas a la sustentabilidad”, señaló Tapia.
Por último, según Tapia existe “la necesidad de tener un feedback directo con las instituciones relacionadas a la industrialización y la sustentabilidad”, lo que permitiría que las empresas consultaran a un especialista sobre cómo implementar ciertos procesos y determinadas normas.
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