El Juzgado de Garantía de Coquimbo decretó este viernes 18 de marzo la ampliación en 60 días del plazo de investigación en la causa seguida en contra de Luis Santander y su pareja Mirta Ardiles, imputados por el Ministerio Público como autor y cómplice, respectivamente, de los delitos consumados y reiterados de violación y abuso sexual impropio de Melissa Chávez la hija menor de edad de la imputada, quien además enfrenta cargos como autora de los delitos consumados de parricidio e incendio.
En la audiencia de discusión de aumento de plazo, la magistrada Carolina Baroncini Gálvez acogió la solicitud de la defensa de Luis Santander, la que informó que existen diligencias pendientes, como es el informe de un médico legista, metaperitajes sicológicos y la toma de declaración de testigos.
Al resolver la ampliación, la magistrada sostuvo que: “Considerando lo expuesto en la audiencia por los intervinientes y teniendo en cuenta que están de acuerdo ambos imputados en el aumento del plazo, considerando además lo que señalan las querellantes y la fiscalía se da lugar a lo solicitando, aumentando el plazo en 60 días a partir de hoy”.
Según el ente persecutor, en el transcurso de 2014, el imputado al interior de un domicilio ubicado en el sector alto de la comuna de Coquimbo, aprovechaba cuando se encontraba al cuidado de la hija de su conviviente, la menor nacida en 2008, para abusar sexualmente de la víctima.
Años después, los imputados retomaron la relación de pareja, por lo que decidieron trasladarse en septiembre de 2020, a vivir juntos con la víctima y un hijo en común, a un domicilio emplazado en la villa Talinay, comuna de Coquimbo, inmueble donde el imputado volvió a abusar de la niña y a violarla en forma reiterada.
En tanto, el 26 de noviembre de 2020, al interior del mismo domicilio, la imputada, portando un cuchillo, se dirigió al dormitorio de su hija, a la sazón de 12 años de edad, ubicado en el segundo piso de la vivienda. Habitación donde procedió a atacarla con el arma blanca cuando se encontraba acostada en la litera superior de un camarote, propinándole once estocadas en diversas partes del cuerpo. Heridas que le provocaron una hemorragia que le causó la muerte no de forma inmediata, debido a que las lesiones, si bien graves, no eran necesariamente mortales, de haber recibido atención médica en forma oportuna.
Tras atacar a su hija, la imputada prendió fuego al colchón de la litera inferior del camarote, causando un incendio que consumió parte del mobiliario de la habitación.
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