Tras una querella presentada por el Consejo Regional de Coquimbo-La Serena del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet) y en un juicio abreviado por determinación de la Fiscalía, el Juzgado de Garantía de Ovalle condenó por ejercicio ilegal de la profesión y maltrato animal a C.A.M.G. quien provocó la muerte y dejó con graves lesiones a mascotas a las que atendió como falso médico veterinario.
Esto, en el contexto de la labor que el imputado realizaba como técnico veterinario según el registro de transparencia de la Municipalidad de Ovalle, utilizando esta relación para generar clientela y promoverse como médico veterinario entre los vecinos y por redes sociales.
“Si bien es un importante avance, como Colmevet debemos señalar que pese a la condena, la reparación integral de las víctimas directas en este caso (animales y tutores), ha estado lejos de ser obtenida. En tanto, los profesionales médicos veterinarios y la sociedad en su conjunto también fueron afectadas por estos ilícitos, con el uso de recursos municipales y fármacos, los que lamentablemente no fueron considerados a la hora de evaluar la gravedad de los delitos”, indicó el Dr. Fernando Costa del Río, presidente del Consejo Regional Coquimbo-La Serena de Colmevet.
Al respecto, el asesor legal del Colegio Médico Veterinario, Diego Gallegos, detalló que sin bien la condena ratifica que el imputado usó su función, recursos e insumos municipales, para ejecutar estos delitos, la Municipalidad de Ovalle no cumplió su función a pesar de estar en conocimiento de los hechos.
“Es completamente inadmisible que la entidad edilicia no haya denunciado estos hechos cuando tomó conocimiento, no sólo por ética profesional, sino también porque es su obligación denunciar al tenor del art. 175 del Código Procesal Penal”, indicó el abogado Gallegos.
Una de las víctimas fue el felino “Rucio” y su tutora Marcela Araya, a quien C.A.M.G. practicó una eutanasia en domicilio, sin conocimientos en la materia, causando maltrato y la muerte del animal.
“Estoy muy triste con la sentencia, porque no tomaron la importancia que tenía el tema, me hicieron sentir que nuestro gato era una cosa y no nuestro querido Rucio. Me sentí agredida y menoscabada por el juez, porque me juzgó sin conocimiento y no me dio el trato adecuado, considerando que yo y mi familia éramos las víctimas”, agregando que esperaba que la Municipalidad se hiciera cargo “porque acudió a mi casa en horario laboral y se promocionaba con fotos de los procedimientos que hacía para el Municipio de Ovalle donde trabajaba”.
En este sentido, Colmevet manifestó que no compartió la actitud del Juez de la causa, por cuestionar el daño o impacto que representó para la víctima el asesinato de su mascota por un falso diagnóstico veterinario de eutanasia, el cual además se ejecutó con crueldad.
“Entendemos que el proceso penal puede terminar en un procedimiento abreviado si se cumplen los requisitos para su procedencia. Pero, tenemos la convicción que lo anterior no puede restringir ni afectar, de ninguna forma, los derechos de la víctima en el proceso penal, quien merece un trato digno, respetuoso y acorde con su condición. Tampoco puede afectar su derecho a una reparación integral ni comprometer la persecución objetiva y completa de los delitos, quedando pendiente en esta causa todo lo relacionado con los recursos municipales que aprovechó el imputado para fingir ser médico veterinario, sugerir falsas eutanasias y maltratar y matar animales”, señaló Diego Gallegos.
Cabe señalar que C.A.M.G. fue condenado por el delito de ejercicio ilegal de la profesión a 61 días de presidio menor en su grado mínimo y multa de 3 UTM. En tanto, por el de maltrato animal a 100 días de presidio menor en su grado mínimo, multa de 3 UTM e inhabilidad perpetua para tenencia de mascotas. También el juzgado oficiará a la Municipalidad de Ovalle y a la Subsecretaría de Desarrollo Regional, para que este punto se cumpla.
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